En el marco de los festejos del Bicentenario, todos los uruguayos podremos viajar a través del tiempo y presenciar en Santa Teresa uno de los acontecimientos mas importantes que marcaron el comienzo de la liberación e independencia de nuestra Banda Oriental.

Santa Teresa..donde nació «La Redota» es un evento sin precedentes que se realizará el Sábado 15 de octubre durante todo el día y que nos trasladará 200 años en la historia, lo que se logrará gracias a un gran esfuerzo de la Intendencia de Rocha, las direcciones de Turismo y Cultura, el servicio de Parques del Ejercito y el Departamento de Estudios Históricos.

Investigaciones realizadas por Horacio Arredondo, Florencia Fajardo, Clemente Fregeiro, Félix de Azara, Eduardo Martínez Rovira, Amadeo Molina Faget, y Jesús Perdomo, entre otros, certifican que junto al Fuerte de Santa Teresa, hubo un centro poblado, que nació, murió y volvió a nacer una y otra vez, debido a los avatares de la conflictiva zona de asentamiento.

En el pueblo de Santa Teresa habría nacido el primer hilito de esa trama de voluntades que tejió la figura de nuestro Prócer en el Éxodo del Pueblo Oriental. Para no entregar al enemigo lusitano ni la dignidad ni la victoria, los pobladores abandonaron el centro poblado, tras quemar las viviendas, dejando al adversario una nube de cenizas.

La jornada que culminará con una escenificación de aquella quema de casas y la posterior partida del pueblo a caballo, tendrá durante el día multiples actividades como un desayuno campero en homenaje al Día Mundial de la Mujer Rural, visita al Fuerte Santa Teresa, danzas de época, almuerzo criollo, palladores y la actuación de Jorge Nasser.

El emotivo cierre que dará paso al «Comienzo de la Redota», será a la caída del Sol donde se quemará el pueblo (actualmente estan siendo reconstruidas junto a los cimientos originales, nueve de las doce viviendas). Esta previsto que los asistentes acompañen la marcha luego del abondono del lugar, junto a Blandengues y jinetes de Grupos Nativistas y aparcerías.

“De por el este, de entre las dunas de Maldonado, los esteros de Merim, los palmares de Castillo, las quebradas de San Miguel y Santa Teresa, los pantanos de Lazcano, sobre las costas del mar, o entre las sierras de las Ánimas, ya habían empezado a llegar antes de marcharse el ejército del sitio, gentes con tropillas por delante, ganados cansados, carretas llenas de trastos o destartaladoscarretones, desde que oyeron apurar el vocerío sibilante de los portugueses que se colaban por las fronteras. Fueron tal vez ellos los primeros que pensaron que debían marcharse a alguna parte”.

(Capítulo 13 del libro “Artigas. Del Vasallaje a la revolución”, de Jesualdo).