Andrés Masoller, director de la Asesoría Macroeconómica del MEF afirmó en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes del miércoles 28 de marzo que

“las perspectivas para 2012 son algo más alentadoras que las del año pasado”.

Compartimos su ponencia en el grupo parlamentario.

SEÑOR MASOLLER. “Intentando responder al planteo que hace el señor Diputado Asti, me parece importante analizar cuál es el contexto internacional en el que se están dando estos resultados macroeconómicos.

Como todos saben, el año pasado fue extremadamente complicado a nivel internacional. La situación de Europa era prácticamente recesiva, de estancamiento pero con perspectivas de recesión seria en algunos de los principales países de la región. Hubo una recuperación muy moderada en el caso de Estados Unidos, bastante más lenta de lo que estaba prevista, y también un desaceleramiento de la economía china, que recientemente ajustó sus metas de crecimiento a un 7,5%, lo que para la economía china es un cimbronazo muy grande; ese país está acostumbrado a crecer a dos dígitos y hablar de una reducción a 7.5% es algo realmente significativo.

En ese marco, nuestro país tuvo un comportamiento muy positivo. Como bien señalaba el señor Diputado Asti, en un escenario tan complejo a nivel internacional estamos registrando un crecimiento cercano al 6%, que es muy superior a lo que es el ritmo de crecimiento de la región. Uruguay, por séptimo año consecutivo ha crecido por encima de la región. En el caso de 2011, el Producto Bruto Interno de nuestro país ha crecido aproximadamente un punto o un punto y medio porcentual sobre el promedio de América Latina. Si uno mira a Brasil, una economía con un comportamiento similar en términos de políticas macroeconómicas, de clima de negocios, etcétera, el año pasado creció un 2,7% contra un 5,7% de Uruguay, es decir que el incremento en el crecimiento de nuestro país es un guarismo bastante superior. Y si uno hace una comparación con lo que es la tendencia histórica del Uruguay otra de las posibles comparaciones que se podrían hacer , el hecho de que nuestro país haya crecido un 6% superando, inclusive, el crecimiento potencial de la economía, que el consenso general de analistas ubican en el entorno del 4%, y Uruguay creció un 5,7% en ese contexto internacional , está pautando lo que es la fortaleza de la economía uruguaya. En otras coyunturas, en décadas pasadas, frente a un mismo escenario internacional, seguramente Uruguay habría registrado un resultado muy negativo. Basta con pensar que las crisis que atravesó el país en la época de la tablita y luego en 2002, justamente se explicaron por problemas internacionales: la crisis de la deuda internacional o las crisis regionales, que terminaron afectando severamente a la economía uruguaya. Bueno, ahora ese no ha sido el caso. Sí es cierto que hay un enlentecimiento del ritmo de crecimiento. Esto es algo obvio: Uruguay está empezando a sufrir alguno de los impactos de la crisis internacional y de los problemas por todos conocidos en la región, pero la economía sigue creciendo.

Como bien planteaba el Ministro, el dato del cuarto trimestre tiene algunos problemas estadísticos que son perfectamente explicables que, de alguna forma, no permiten visualizar cuál es la situación real. La situación real es que la economía sigue creciendo a un ritmo menor, lo cual también ayuda a controlar las presiones inflacionarias. En esto hay una consistencia macroeconómica. Uruguay era de los pocos países que seguía sufriendo el fenómeno inflacionario en un contexto internacional recesivo, porque la economía, la demanda interna, estaba muy fuerte y eso hacía que existieran presiones adicionales sobre los precios domésticos. Este fenómeno del enlentecimiento económico va a ayudar a controlar la inflación. En los últimos meses, ya se han observado cifras positivas en materia inflacionaria, por lo que estamos esperando una convergencia gradual del crecimiento, que era insostenible porque superaba ampliamente ese crecimiento potencial de la economía. Estamos esperando que en este año 2012 haya un crecimiento mucho más alineado con la perspectiva a largo plazo de la economía y con la perspectiva presupuestal. Teniendo en cuenta los supuestos macroeconómicos que se utilizaron como base para la elaboración del Presupuesto nacional y de la Rendición de Cuentas, se estaría convergiendo hacia esos guarismos.

Básicamente, esto es lo que quería decir para complementar un poco la opinión del Ministro en términos de cuál es el contexto macroeconómico que nos espera para este año. Creemos que hemos empezado 2012 con algunas señales auspiciosas a nivel internacional, y no estamos en la situación tan crítica de expectativa financiera que uno podía pensar a mitad del año pasado. Los mercados financieros han presentado señales positivas; los precios de las «commodities» se han recuperado en los primeros meses del año; la reestructuración de la deuda griega ha descomprimido algunos elementos difíciles de los mercados financieros; el Banco Central Europeo ha tenido una política muy activa de inyección de liquidez, y esa también ha sido una señal muy positiva para los mercados. Yo diría, pues, que estamos en un escenario en el que si bien existen riesgos muy importantes porque no se ha logrado revertir la compleja situación en materia de deudas soberanas, fundamentalmente en Europa, donde siguen existiendo graves problemas de sostenibilidad fiscal, las perspectivas para 2012 son algo más alentadoras que las del año pasado. En ese contexto, estamos convencidos de que la economía uruguaya va a tener un comportamiento adecuado basado, justamente, en estos equilibrios macroeconómicos que constituyen una base fundamental para el proceso de crecimiento económico. Estamos hablando del equilibrio fiscal, del equilibrio comercial, del equilibrio de la cuenta corriente; no estamos registrando desequilibrios significativos que no sean explicados por este megaproyecto de Montes del Plata. Descontando ese proyecto, que se financia totalmente con inversión extranjera directa, el sector externo de la economía presenta una vulnerabilidad más baja; las exportaciones están diversificadas; el impacto de la situación regional, y fundamentalmente las medidas proteccionistas sobre nuestros productos, es limitado: si bien se siente en algunos sectores, no es algo que uno pueda decir que tenga un impacto macroeconómico que eventualmente haga cambiar las cifras programadas en forma significativa. Y en cuanto a la inflación variable que en este momento es el mayor motivo de preocupación , este escenario y una política fiscal prudente y responsable, permitirían asegurar que en el mediano plazo se estaría convergiendo con las metas establecidas en materia inflacionaria. Esto es importante destacarlo: de un día para otro es imposible, no hay país donde se logre cumplir metas inflacionarias en períodos muy cortos. La inflación tiene un componente inercial muy grande, por lo tanto, las políticas monetaria y la fiscal están sesgadas hacia el cumplimiento de las metas de inflación, pero en horizontes de tiempo relativamente largos. Estamos hablando de dieciocho a veinticuatro meses, que es el plazo normal de implementación de la política monetaria”.