Reclamo de que se rebaje el precio de los combustibles, considerando la sensible disminución del precio del petróleo.

Media hora previa de la Cámara de Representantes del miércoles 11 de julio.

Tiene la palabra el señor Diputado Abdala.

SEÑOR ABDALA.- Señor Presidente: queremos reiterar un reclamo que el Partido Nacional viene formulando desde hace ya varias semanas y que es de enorme importancia para la vida económica del país: la rebaja del precio de los combustibles.

Entendemos que a esta altura de las circunstancias, el Gobierno nacional debió haber decretado ya una rebaja en los precios de lista de los combustibles que actualmente se suministran a los uruguayos en las bocas de expendio, teniendo en cuenta, además, el pleno avance del crudo invierno que estamos viviendo.

En función de esto está claro que a esta altura de las circunstancias los uruguayos estamos pagando más caro por el supergás que consumimos para calentarnos, por la nafta con la que nos abastecemos para circular con nuestros vehículos y por el gasoil que utilizan los sectores productivos en todo lo relacionado con los servicios, con la actividad agropecuaria, con el transporte y con distintos usos de carácter comercial, industrial o productivo.

El precio del petróleo se ha derrumbado hace prácticamente setenta días. ANCAP ajustó los combustibles en el mes de abril y dejó establecido un precio de referencia de US$ 119 por barril. En el curso de los treinta días de mayo, cuando el precio del petróleo tuvo una sensible disminución, el promedio de la cotización fue de US$ 109, es decir, US$ 10 por debajo de la referencia. Y esta tendencia descendente se agudizó en el curso de junio, al cabo del cual el promedio en la cotización del petróleo se registró en los US$ 96 por barril.

El Poder Ejecutivo ha reconocido esta circunstancia en el Mensaje que acompaña la Rendición de Cuentas que la Comisión de Presupuestos empezó a analizar en el día de ayer. Allí, el Ministro de Economía y Fianzas dijo que se ha producido una caída en el precio del petróleo de más de 25%. La cautela a la cual está invitando en este momento el Presidente de ANCAP, por lo menos nos parece discutible. En verdad, francamente no nos parece legítima. Entendemos que ya debió haberse trasladado la disminución del precio del petróleo al precio de los combustibles y, por lo tanto, por esa vía haberse aliviado el presupuesto de todos los uruguayos.

Por otra parte, creo que hay una perspectiva que no debe perderse, que tiene que ver con la incidencia de los combustibles y, en general, de las tarifas públicas, en el componente llamado inflación.

En el día de ayer, en su comparecencia a la Comisión de Presupuestos integrada con la de Hacienda a la que me referí hace un momento , el Ministro de Economía y Finanzas, economista Lorenzo trasmitió que la mayor preocupación del Gobierno nacional hoy es la evolución del Índice de Precios al Consumo. La inflación cerró a 8,6% en 2011, la tendencia anual sigue estando por encima del 8% y las perspectivas no son para nada halagüeñas en cuanto a que el país pueda dominar o controlar la variable que tanto incide en el futuro económico nacional.

Los combustibles tienen un impacto directo sobre los precios; sin duda, presionan al alza todos los bienes de consumo y todos los precios de los demás servicios. Por lo tanto, advertimos cierta contradicción en el mensaje oficial, porque si el Gobierno considera necesario contener la inflación como todos compartimos y si todos coincidimos como seguramente ocurre en que el petróleo y los combustibles tienen una incidencia fundamental en la evolución de esa variable, pues entonces que baje los precios de los derivados del petróleo porque está en condiciones de hacerlo.

El Directorio de ANCAP reconoció que esta baja se ha producido; por lo tanto, es razonable este reclamo. Sin embargo, el Presidente Sendic ha llamado a cautela, ha dicho que va a esperar y que, por el momento, no se piensa tomar ninguna decisión.

Nos parece que por ese camino se está incurriendo en una ilegitimidad. El Gobierno no puede cobrarnos por los combustibles lo que se le ocurra; tiene que hacerlo en función de una referencia objetiva. El precio del petróleo es, sin duda, el insumo que impacta más en la ecuación de costos de la refinación y de la distribución del combustible y, desde nuestro punto de vista, una rebaja del 25% determinaría una rebaja general no menor al 10%, si fuera transferida a todos los derivados del petróleo en forma proporcional.

Somos conscientes de que el dólar ha tenido una evolución que, en algún sentido, ha hecho de contrapeso con relación a este tema, porque en las últimas semanas ha habido un repunte del tipo de cambio, pero de cualquier manera, desde nuestro punto de vista, no deja de constituir una circunstancia en la que el Gobierno está en falta, porque no ha decretado lo que debió, que es un alivianamiento del costo de los derivados del petróleo.

Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras sea remitida a los Ministerios de Industria, Energía y Minería y de Economía y Finanzas, y al Directorio de ANCAP.