“La falta de servicios sanitarios adecuados, la contaminación del suelo en el caso de los asentamientos y villas de emergencia, la carencia de agua potable, la ausencia de sistemas de recolección y deposición final de los residuos, la contaminación de las napas de agua, la convivencia con áreas de riesgo tecnológico, la falta de infraestructura y equipamiento y -en no pocas ocasiones-, el asentamiento poblacional en áreas inundables,  implican un mayor grado de desventaja ambiental para los grupos en situación de  pobreza lo que contribuye a incrementar su nivel de vulnerabilidad y a aumentar el riesgo de experimentar catástrofes ambientales”.

Los conceptos corresponden a Gabriela Merlinsky, Investigadora Instituto Germani y Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en su artículo “Vulnerabilidad social y riesgo ambiental: ¿Un plano invisible para las políticas públicas?”.

Merlinsky analiza varias situaciones constatadas en el área metropolitana de Buenos Aires, pero bien es la dura realidad que se vive también en muchas de las zonas de nuestro Uruguay.

Aquí, en Montevideo, a 20 minutos de la Torre Ejecutiva, en donde en el 6to. Piso se encuentran las oficinas de las autoridades del novel Ministerio de Ambiente, en el barrio Maracaná Sur resurge con vigor y como interpelación a los servidores públicos lo planteado por Merlinsky: “Vulnerabilidad social y riesgo ambiental: ¿Un plano invisible para las políticas públicas?”.

Se trata de un hecho que golpea sobremanera a una veintena de familias qué –como consecuencia de una cañada que ha disminuido su cauce por la acumulación de deshechos sólidos- al provocarse algunas lluvias, las casas se ven inundadas, con pérdidas materiales, con la irrupción de algunas servidas, y los consiguientes problemas para la salud, y la pesada carga contra la autoestima de decenas de pobladores que se ven golpeados en su autoestima, año tras año, sin una solución real.

La reciente Comisión Barrial de Maracaná Sur con la firma de su Presidente Dalsir Ibarra y la secretaria Evelyn Suárez cursó una invitación al subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla para visitar la zona, observar el lugar, la situación de la cañada, y explorar posibles soluciones.

El encuentro se llevó a cabo este miércoles 10. Además de Amarilla, también estuvo presente el diputado Juan Martín Rodríguez, la edila Adriana Balcárcel, y el concejal municipal del Municipio A, Franco Canti, todos ellos del Partido Nacional.

Además, concurrió el Alcalde del Municipio A, Jorge Meroni (Frente Amplio).

Amarilla Maracaná2El referente barrial Ibarra puso en conocimiento de Amarilla de la situación, proporcionando datos de la problemática que había empezado a ser abordada por autoridades del anterior gobierno desde el 2013 pero no fructificó en ninguna solución, recorrieron la zona, dialogaron con los vecinos, quienes se descargaron civilizada y democráticamente sobre esta penuria qué, inclusive, lleva a más de uno de ellos de tener que salir temporalmente de su vivienda hasta que bajen las contaminadas aguas.

“Yo lo único que tengo sano son las cuchetas nuevas de mis hijas, porque ahora estoy ‘emprestada’ allí arriba,” dijo una de las vecinas al subsecretario Amarilla, marcándole que las aguas llegan a la altura de tres bloques.

Otra de las vecinas se quejaba y lamentaba “del olor a pichí” que emergen de algunas cámaras tapadas, al tiempo que el Alcalde Meroni expresaba que “ya van a venir a hacer todos los pluviales y las calles”, en una primera etapa que contempla al barrio 19 de Abril, y posteriormente a Maracaná.

Al referirse a la cañada involucrada, Amarilla indicó que “la cañada estaba ahí antes que llegara el ser humano. El estado en que está la cañada es parte de lo que hicimos nosotros, nuestros antepasados, los vecinos que estuvieron antes. Tenemos que ver cómo convivimos con la cañada y con el medio ambiente. Los bañados son fundamentales porque son los filtros naturales que tiene el ambiente para todo lo que nosotros tiramos, la naturaleza lo filtra a través de los bañados y los purifica. Tenemos que ver cómo convivimos con eso y sin pasarle hormigón a todo, cómo resolvemos la limpieza, la profundización, las vías de desagote”.

El subsecretario Amarilla se llevó deberes para hacer en un tema en donde en los más vulnerables se conjuga el medio ambiente y la calidad de vida.