Ya se conoce el Manual técnico básico de Salud Ocupacional realizado por el Proyecto ECHO de la Universidad de la República, el Departamento de Salud Ocupacional de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, la Facultad de Medicina y la Universidad de la República, con el apoyo de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional de Presidencia de la República (AUCI), y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid).
El presente manual recoge la vasta experiencia de más de treinta años de trabajo en investigación, enseñanza y extensión en el área de la salud laboral por parte del Departamento de Salud Ocupacional de la Facultad de Medicina, Universidad de la República (Udelar), Uruguay.
La publicación es un material técnico básico y orientador en la disciplina, que permite reflexionar sobre las complejas y profundas relaciones entre la salud y el trabajo. Cada capítulo pretende reflejar el conocimiento acumulado a partir de la lectura de materiales académicos y la experiencia práctica desarrollada en estos años por el equipo docente del Departamento de Salud Ocupacional. En todos los capítulos hay referencia bibliográfica que permite orientar a profundizar sobre cada tema.
La publicación de 256 páginas contiene 11 capítulos que abordan temáticas como la salud y el trabajo; daños a la salud derivados del trabajo, condiciones y medioambiente de trabajo, microclima laboral: temperatura, humedad, ventilación e iluminación, contaminantes derivados de los procesos laborales, factores vinculados a la carga física laboral, factores vinculados a la organización del trabajo, factores vinculados directamente a la seguridad, técnicas de vinculación de la CyMAT, la promoción de la salud de las personas que trabajan, y selección de normativa de salud laboral.
En este caso compartiremos los Factores vinculados a la carga física laboral
Toda tarea laboral implica carga física, y en determinados procesos laborales, la exigencia es mayor. Algunos ejemplos de alta exigencia física son los sectores como la construcción, la pesca, el trabajo rural, y el transporte de mercaderías con actividades de carga y descarga.
Los problemas de salud más observados en quienes realizan estas tareas son las afecciones osteomioarticulares (patología de columna vertebral, tendinitis, tenosinovitis, bursitis, síndrome de atrapamiento, etc.), que generan sufrimiento crónico y son causantes de incapacidades transitorias o permanentes, para la actividad laboral (1, 2).
¿QUÉ ES EL ESFUERZO FÍSICO Y CÓMO PUEDE SER CONSIDERADO?
En la realización de esfuerzo físico se compromete todo el organismo, pero en particular, la masa muscular. Según los músculos implicados en el esfuerzo, puede reconocerse la actividad localizada o general. Esta última, corresponde cuando durante la realización de la tarea, intervienen un gran número de músculos. Algunos ejemplos de trabajo localizado son las posturas sedentes en forma permanente; cuando los miembros superiores realizan un trabajo de montaje; ajuste de piezas pequeñas; soldaduras o también puede ser en bipedestación y tratarse de la manipulación de palancas, volantes y manivelas.
El esfuerzo que se puede realizar dependerá de la edad, el entrenamiento, la constitución física y el sexo (3, 4). Se habla de trabajo estático cuando se deben mantener determinadas posiciones en el tiempo, pudiendo ser con o sin carga de peso; se considera dinámico cuando implica el desplazamiento de determinados segmentos del cuerpo y de las cargas que se manipulan (por ejemplo, el levantamiento, la colocación, el empuje, la tracción, el transporte o el desplazamiento de una carga) (3, 4).
El organismo de la persona que trabaja, además de tener un compromiso muscular, responde fisiológicamente con el aumento de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial y la profundidad y frecuencia de la ventilación respiratoria, así como, de la temperatura corporal (5).
La medición de la frecuencia cardíaca es un indicador útil para valorar el esfuerzo fisiológico que supone la carga física (fundamentalmente por su simplicidad) pero tiene algunas desventajas que están relacionadas con otras variables (6).
El análisis de las tareas que implican esfuerzo físico, se puede realizar con técnicas provenientes de diferentes disciplinas, tales como: la fisiología, la biomecánica, la ergonomía, entre otras.
¿CUÁLES SON LOS POSIBLES DAÑOS POR EXPOSICIÓN A LA CARGA FÍSICA?
La sobrecarga mecánica en las estructuras osteomioarticulares, se presenta cuando se expone a una postura inadecuada, provocada por puestos de trabajo mal diseñados. Si la postura es mantenida por un tiempo prolongado, puede llevar a una continua tensión de los músculos implicados y generar trastornos circulatorios y metabólicos, lo que causa dolor y disconfort muscular (7, 8).
Uno de los daños que puede expresarse por una sobrecarga física es la fatiga física, la cual se relaciona con los problemas osteomioarticulares y con otros factores que favorecen su aparición, tales como los aspectos individuales de las personas que trabajan.
Desde el punto de vista laboral, en particular en la organización del trabajo, los tiempos de trabajo y de recuperación funcional muscular determinan esta patología (4). La fatiga es percibida como cansancio. Existen modelos que plantean la presencia de respuestas fisiológicas de la actividad cardíaca y muscular, cambios conductuales con disminución del rendimiento, sensación de agotamiento y un deterioro sensorial dependiendo de la frecuencia, la magnitud y la circunstancia. Es una de las manifestaciones inespecíficas que ocurren en el desarrollo de la actividad laboral.
Hablamos de fatiga crónica cuando luego de una pausa o descanso no se logra recuperar el cansancio.
En definitiva, la fatiga es la expresión que advierte la necesidad de prevención y mejoras ergonómicas del puesto de trabajo (9). Factores vinculados a la carga física laboral
Trastornos músculo-esqueléticos (TME)
La Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo, ha definido los desórdenes osteomusculares o trastornos músculo-esqueléticos (TME). Los ha dividido en dos grupos generales: los desórdenes osteomusculares de espalda o columna, y los desórdenes osteomusculares en miembros superiores e inferiores (10).
Entre las afecciones que se presentan con más frecuencia en los miembros superiores, se reconocen las lesiones a esfuerzo repetido (LER), las cuales aparecen vinculadas a las tareas donde se compromete sistemáticamente a un mismo grupo muscular, llevando a la fatiga, cansancio, y lesión (10, 11).
Lesiones a esfuerzo repetido (LER). Dentro de las patologías del tejido osteomuscular y del tejido conjuntivo relacionadas al trabajo, se incluye el grupo Disturbios Osteomusculares Relacionados al Trabajo (DORT), también conocidas como Lesiones a Esfuerzo Repetido (LER) y Trastornos de Traumas Acumulados.
En otros países también se las conocen como Work-related Musculoskeletal Disorders (WMSDs) o Lesiones por Sobreuso (Overuse syndrome) (12, 13). Se entiende que un trabajo es repetitivo cuando el ciclo de trabajo tiene una duración menor de 2 minutos, o cuando los mismos movimientos realizados, representan más de un 50 % de la duración del ciclo. Por otro lado, se considera como altamente repetitivo, cuando el ciclo es inferior a 30 segundos (14).
Estas lesiones ocurren por movimientos continuos mantenidos durante una tarea, que involucra en forma conjunta a las partes blandas (tendones, vainas tendinosas, nervios, bolsas serosas, ligamentos, vasos sanguíneos) del aparato locomotor. Responden a una forma de organización del proceso laboral, frecuentemente vinculada a formas fordista taylorista, que determinan tareas repetitivas de un segmento del cuerpo, sin respetar los tiempos fisiológicos.
Los factores de riesgo relacionados a las lesiones por esfuerzo repetido, se vinculan con los factores psicosociales, en particular el ritmo de trabajo, la presión para mantener el ritmo, las exigencias ante la demanda de la tarea, el pago del salario por producción y las jornadas extensas sin respetar las pausas fisiológicas y el diseño disergonómico. Asimismo, los factores vinculados al microclima laboral —en particular el frío— también pueden agravar una lesión por esfuerzo repetido (15, 16). Estas circunstancias, originan en la zona afectada, fatiga muscular, molestia, sobrecarga, dolor y lesión.
MAGNITUD DEL PROBLEMA
Según un reporte de la OIT, en la Unión Europea los trastornos musculoesqueléticos (TME) son los trastornos de salud más comunes relacionados con el trabajo. Entre estos TME se incluye el síndrome del túnel carpiano, el que representa el 59 % de todas las enfermedades profesionales reconocidas que abarcan las estadísticas europeas sobre enfermedades profesionales en 2005.
En el mismo informe, refiere que la OMS señaló que en el año 2009, más del 10 % de todos los años perdidos por discapacidad, corresponden a casos de TME (17).
COLECTIVO LABORAL EXPUESTO.
Los procesos productivos organizados y llevados adelante se reproducen en sectores laborales dispares. Algunos ejemplos de sectores de trabajo de la industria y servicios son: calzado, automóvil, alimentación, madera, entre otros.
Las actividades específicas que exponen a estos problemas osteomioarticulares, se vinculan con las tareas de teclear, pulir, cortar, empujar, empaquetar, limpiar, lijar, atornillar, montar, etc. En Uruguay se destacan los puestos de trabajo en plantas procesadoras de pescado (fileteros) y frigoríficos cárnicos (desosado).
FACTORES DE RIESGO.
Los factores de riesgo que hay tener en cuenta al momento de caracterizar la tarea laboral que involucra a los movimientos repetidos son: el mantenimiento de posturas forzadas de muñeca o de hombros; la aplicación de una fuerza manual excesiva; los ciclos de trabajo muy repetidos que dan lugar a movimientos rápidos de pequeños grupos musculares; los tiempos de descanso insuficientes o la falta de pausas adecuadas para el segmento involucrado en la tarea (18).
Este tipo de lesiones es resultado de diseños organizacionales disergonómicos, tanto en relación al diseño del puesto de trabajo, como de los tiempos y ritmos entre el trabajo y el descanso (19, 20). Existen una serie de factores de riesgos adicionales que pueden incrementar los daños resultantes de movimientos repetitivos y se deben tener presentes al momento de la evaluación: la exposición al frío y las vibraciones localizadas.
DAÑOS
Las patologías más habituales son: el síndrome del túnel carpiano, la tendinitis y la tenosinovitis (7, 21). La inflamación de los sinoviales y tendones derivan del sobreuso de estas estructuras, lo que conduce a la inflamación. En el caso en que ocurra en zonas anatómicamente rígidas (por ejemplo, el túnel carpiano) puede existir compresión de paquetes nerviosos y determinar un déficit neurológico periférico. En el caso del túnel carpiano la lesión es a nivel del nervio mediano (7). Patología de la columna vertebral
MAGNITUD DEL PROBLEMA
Las patologías de columna asociadas al trabajo representan, en la actualidad, un importante problema laboral y de salud pública en general, debido a su elevada prevalencia, su poder invalidante, el alto índice de ausentismo laboral que genera, así como los importantes costos sociales que se derivan de ellas (7).
COLECTIVO LABORAL EXPUESTO
Las personas que desarrollan trabajos manuales en general, y en particular de sectores tales como la construcción, industriales, rurales, servicios generales y sector salud figuran como los colectivos más afectados, en la medida que la carga física (tanto postural como dinámica) es elevada. Un colectivo a tener presente, es el del transporte, en donde además de lo postural, se agregan las vibraciones derivadas del vehículo como una carga laboral adicional.
Factores vinculados a la carga física laboral
FACTORES DE RIESGO
La falta de diseño ergonómico adecuado en el trabajo incrementa la carga o la tensión de la espalda, por ejemplo: levantamiento de objetos, giros, rotación, flexión, extensión e inclinación del tronco en forma frecuente, así como movimientos bruscos o forzados y estiramientos (18). Actualmente existe evidencia científica que demuestra que la patología, en particular el dolor bajo de espalda (lumbalgias mecánicas) del ámbito laboral, tiene un origen multifactorial en el que los aspectos psicosociales influyen tanto como los biomecánicos (18). Importa conocer que —además— el estado nutricional, el sobrepeso y la obesidad, son factores de riesgo para la patología de columna. Es necesario valorar la fortaleza de la musculatura tanto abdominal como de espalda.
Es importante, también, valorar la posibilidad de exposición a vibración de cuerpo entero, pues se la reconoce como un factor de riesgo para la patología de columna vertebral.
DAÑOS
El origen de la sintomatología dolorosa de columna es variado. En algunos casos se presenta en forma aguda por la presencia de una hernia discal, posterior a un esfuerzo excesivo de levantamiento de peso, en un individuo joven sin patología previa. En tal condición debe ser considerado una lesión producto de un accidente laboral por sobresfuerzo. Por otra parte el dolor crónico a nivel cervical o lumbar frecuentemente responde a procesos degenerativos de columna vertebral, pudiendo existir compresiones del cono medular o de raíces nerviosas con la posibilidad de déficit neurológico periférico. Frecuentemente este tipo de patología está acompañado de contracturas musculares. Como se mencionó anteriormente la causa de dicha patología es multifactorial, dentro de los factores de riesgo identificados están los esfuerzos físicos disergonómicos.
Dada la multicausalidad de dicha patología no es considerada dentro de las enfermedades profesionales. Más allá de esta consideración entendemos —desde la especialidad— que las CyMAT de sector de alta carga física resultan ser un factor determinante que aceleran procesos degenerativos fisiológicos. Esto último se evidencia en los perfiles de salud enfermedad de los colectivos implicados donde la prevalencia de dicha patología es elevada.
Los problemas degenerativos de columna frecuentemente, son invalidantes para la tarea de esfuerzo en forma permanente. La reinserción laboral de una persona con esta patología es compleja y dificultosa. Supone acciones interdisciplinarias e intersectoriales (sectores de salud, trabajo y enseñanza), de allí la importancia de la prevención.
¿CUÁLES SERÍAN LAS MEDIDAS BÁSICAS DE PREVENCIÓN DE LAS PATOLOGÍAS VINCULADAS A LA CARGA FÍSICA?
Resulta fundamental generar un modelo de organización en el trabajo que responda a las capacidades fisiológicas de quien desarrolla la tarea —contemplando entre otros elementos— la variación de tareas, los ciclos de trabajo más largos, la distribución de los tiempos de trabajo y su relación con el descanso, una mayor autonomía y control de la tarea, las pausas y el reparto de tareas, lo que alivia la carga de trabajo global. Es entonces que la prevención frente a la sobrecarga física, debería estar dirigida a modificar el modelo de organización de la tarea.
Una manera, es regular la carga muscular de trabajo al facilitar la flexibilidad del horario mediante la incorporación de pausas diseñadas integrando las necesidades y capacidades de cada persona (18). Entre las medidas a incorporar —básicamente de carácter organizacional— se aconseja realizar modificaciones para disminuir el esfuerzo y la frecuencia con que se realizan los movimientos. No es suficiente realizar pausas, sino que también hay que disminuir el ritmo de trabajo.
Otra acción posible es favorecer la alternancia o el cambio de tareas para lograr que se utilicen diferentes grupos musculares y —al mismo tiempo— puede ser un factor que disminuya la monotonía en el trabajo. Es una estrategia adecuada de prevención (18).
Un elemento básico está relacionado al control del peso a levantar en forma manual. Se considera importante brindar capacitación en el levantamiento, manipulación y traslado de peso, aplicando criterios de higiene de columna (25).
Desde el año 2007 —en Uruguay— entró en vigencia el Decreto N.º 323/021 (22), que disminuyó los pesos máximos a levantar por parte de quien trabaja.
La norma utilizó criterios ergonómicos vinculados a máximas cargas a manipular por parte de una persona promedio y sana, fijando como máximo los 25 kg para el transporte manual de cargas en forma habitual y repetitiva. Cuando se manipulan cargas por encima de ese valor, debería realizarse la tarea mediante sistemas mecanizados o distribuyendo la carga entre varias personas (22, 23).
Es necesario informar y capacitar en un entrenamiento progresivo a fin de vigilar la respuesta a las condiciones de trabajo y su posible repercusión en la salud. El ejercicio físico regular mantenido en el tiempo, es un factor protector: aumenta la fuerza muscular, la capacidad cardiorrespiratoria de quien trabaja y oficia como espacio de relajación mental. Se deben promover actividades saludables: fomentar la realización de ejercicio físico y sugerir una alimentación saludable para mantener un buen estado de salud evitando el sobrepeso (19). Por otra parte, cobra relevancia el mantenimiento de las herramientas manuales, lo cual disminuye la carga laboral. Su funcionamiento adecuado —o la protección— permite ejercer una menor presión de uso (19). Es importante utilizar herramientas manuales de diseño ergonómico adecuadas para cada tipo de trabajo y conservarlas en buenas condiciones y sin desperfectos.
En caso de usar guantes de protección, que se ajusten bien a las manos puede minimizar —parcialmente— el riesgo derivado de la organización laboral. En particular, los técnicos del área de la salud ocupacional deben contribuir en el diseño ergonómico del puesto de trabajo: participar en la selección de equipos y herramientas a fin de que sean acordes con las características de la persona y la tarea que realiza. Siempre resulta importante facilitar la participación de las personas que trabajan en la búsqueda de soluciones prácticas desde la perspectiva ergonómica.
Factores vinculados a la carga física laboral
Una forma de remuneración condicionante para las lesiones a esfuerzos repetitivos es el destajo. En este caso, existe un estímulo económico por producción, lo que implica realizar mayor cantidad de movimientos en un tiempo más acotado. Como hemos mencionado los problemas de salud y trabajo siempre se deben analizar en su contexto. Abordar esta problemática requiere de cambios profundos de la organización laboral, que no dependen directamente de la persona que trabaja y que supone la voluntad de quien emplea, de realizar los cambios en la organización.
Los espacios de cooperación bipartitos en salud y seguridad en el trabajo resultan ser una herramienta importante para lograr las modificaciones organizacionales necesarias.
¿Qué es la ergonomía?
La ergonomía ergo (trabajo) y nomos (reglas, leyes naturales) es el estudio de la adaptación del trabajo al hombre. Por lo tanto, para el estudio de la ergonomía, es importante conocer las características de la persona (aspectos físicos, fisiológicos, psicológicos, sociales, edad, sexo, entrenamiento y motivación); de la máquina (equipamientos, herramientas, mobiliarios e instalaciones); del ambiente físico de quien trabaja, además de las consecuencias del trabajo, entre otros (19, 24). Uno de los objetivos fundamentales de la ergonomía es determinar límites aceptables para las cargas de trabajo muscular (18). La valoración de la carga se ha basado —fundamentalmente— en el consumo de oxígeno o de una estimación a través de la frecuencia cardíaca.
Con el fin de reducir la carga de trabajo, debe tenerse en consideración la tarea que se realiza, el diseño del puesto de trabajo y la persona que lo ocupa. Hay que considerar todos los movimientos motivados por la posición de trabajo, las dimensiones de las máquinas, la situación de los elementos de control, etc., y adecuarlos a las características de quienes trabajan, a la hora de pensar en el diseño del puesto.
La ergonomía participativa, implica a quienes llevan a cabo la actividad laboral, en la definición de los problemas y sus soluciones, y en su evaluación. La ergonomía participativa comienza a partir de una visión macroergonómica, que implica el análisis de todo el sistema de producción. Los resultados de este análisis podrían dar lugar a cambios en los métodos de producción para mejorar tanto la salud como la seguridad (25).
BIOMECÁNICA A NIVEL DE LA COLUMNA LUMBAR
Si consideramos el cuerpo humano y la biomecánica de la columna, es en la zona lumbar donde más repercuten los problemas de salud al momento de realizar las tareas de esfuerzo. En una inclinación o si se intenta levantar un peso del suelo, hay un aumento de la presión de todos los valores. A su vez, la resistencia de los objetos es mayor cuanto más se alejan del punto de apoyo (7).
ANÁLISIS DEL PUESTO DE TRABAJO
Del análisis del puesto de trabajo surgen múltiples elementos, que objetivan deficiencias en el ambiente y la tarea, que pueden ser causa de lesiones. Factores vinculados a la carga física laboral
La postura es una fuente de información sobre los acontecimientos que tienen lugar en el trabajo. A la hora de valorar la carga física, es importante identificar el peso levantado expresado en unidades, por ejemplo en kilogramos. Es necesario estimar la carga total y su frecuencia, valorando la carga total en el período de tiempo en que se realiza.
En aquellas situaciones de movimientos repetitivos, importa identificar los ciclos de trabajo y los tiempos de cada ciclo y relacionarlos con las partes del cuerpo comprometidas en ese proceso. En relación a esta afirmación, importa definir claramente qué articulaciones, músculos y tendones participan en los movimientos repetitivos.
Para este análisis, contamos actualmente con una batería de métodos que se han desarrollado en estos últimos años, a los efectos de objetivar con medidas y puntajes las condiciones de trabajo, y así poder elaborar programas preventivos y correctivos (26).
RECOMENDACIONES SOBRE PREVENCIÓN DE DAÑOS FRENTE A TAREAS CON ESFUERZO FÍSICO
Trabajo sentado. El tronco debe mantenerse derecho, erguido y los más cerca posible del plano de trabajo. Se debe prestar particular atención al diseño de los elementos del lugar de trabajo, como por ejemplo, la silla y su respaldo (26, 27).
Trabajo de pie. Los elementos de accionamiento, de control y las herramientas deben estar en el área de trabajo, para no obligar a quien trabaja a adoptar posturas forzadas o incómodas.
El área de trabajo debe ser lo suficientemente amplia para permitir el cambio de la posición de los pies y repartir así el peso de las cargas (26, 27).
Transporte y manipulación de las cargas
Las técnicas de levantamiento tienen como principio básico mantener la espalda recta y hacer esfuerzo con las piernas (28).
Para levantar las cargas correctamente deben seguirse las siguientes recomendaciones (29):
- Apoyar los pies firmemente.
- Separar los pies a una distancia aproximada al ancho de los hombros.
- Doblar la cadera y las rodillas para levantar la carga.
- Mantener la espalda recta.
- Mantener la cabeza levantada.
- La carga debe distribuirse entre las dos manos, dentro de lo posible.
Factores vinculados a la carga física laboral
BIBLIOGRAFÍA
- Gómez M. Carga fisica. Fichas de Lectura sobre Salud Ocupacional del Programa de Formación y Capacitación en el Área de la Salud Ocupacional [Internet]. En: Iglesias L, coord. Comisión Permanente de Procesos y Condiciones de Estudio, Trabajo y Medio Ambiente Laboral de la Universidad de la República PCET-MALUR. Manual básico en salud, seguridad y medio ambiente de trabajo. Montevideo: PCET-MALUR. Universidad de la República; abr. 2011 [consultado el 18 de agosto de 2022]. 186 p. Disponible en: http://pcetmalur.edu.uy/ wp-content/uploads/sites/15/2018/04/manual_b%C3%A1sico_ en_salud_seguridad_y_medio_ambiente_de_trabajo.pdf 2. Tomasina F, Stolovas N. La salud de los trabajadores. En: Sotelo Márquez AI, coord. Condiciones laborales y organización del trabajo. Montevideo: Red Académica de Trabajo: Universidad de la República. CSEP. Área Social; 2009. p. 33-45. 3. Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud. Esfuerzo físico y postural [Internet]. Madrid: ISTAS, s.f. [consultado el 15 de agosto de 2022]. Disponible en: https://istas.net/salud-laboral/ peligros-y-riesgos-laborales/esfuerzo-fisico-y-postural 4. Hernández AC, Gregori E, Mondelo PR. Carga física. En: Benavides FG, Ruiz-Frutos C, García AM. Salud laboral: conceptos y técnicas para la prevención de riesgos laborales. 2.ª ed. Barcelona: Masson. 2001. p. 371-387. 5. Madaria Z. Respuesta del organismo a la actividad física [Internet]. Madrid: Fundación Española del Corazón; 2022 [consultado el 14 de agosto de 2022]. Disponible en: https://fundaciondelcorazon.com/ejercicio/ conceptos-generales/3152-respuesta-del-organismo-a-la[1]actividad-fisica.html 6. Velásquez JC. ¿Puede la frecuencia cardíaca ser un estimador del consumo de oxígeno para segmentos corporales? Rev. Univ. Ind. Santander. Salud [Internet]. ag. 2015

