Ya desde su arribo al país asombró por su volumen y peso, y demandó maniobras para moverla y logística para su traslado absolutamente inéditas. El tanque de agua de la caldera de recuperación de la planta de celulosa es, hasta el momento, una de las piezas que más atención y atracción ha generado y su montaje final, a 20 metros de altura, no podía dejar de ser una de las operaciones más esperadas en Punta Pereira.

Construida en Estonia, el traslado de esta pieza desde la fábrica hasta el puerto de embarque concentró la curiosidad europea y fue motivo central de un documental televisivo.

A bordo del buque BBC Maine zarpó de Hamina, en Finlandia, a fines de setiembre de 2011 para llegar a Nueva Palmira recién el 16 de febrero siguiente.

Si su desembarco fue cuidadosamente planificado, su traslado hacia Punta Pereira demandó una estricta planificación logística y mucha paciencia para, a lo largo de tres días completos, transitar por las rutas 12, 55, 21 y llegar, finalmente, hasta su lugar de emplazamiento.

Una vez en el sitio, otra historia –de iguales proporciones— comenzaba a planificarse: el montaje en la estructura que sostiene a la caldera de recuperación de la planta de celulosa.

La caldera de recuperación de la planta de celulosa de Montes del Plata no es grande según las escalas habituales de Uruguay: es seguramente la más grande del mundo.

Y el tanque de agua que la alimenta, fiel a esta escala, es uno de los equipos más voluminosos de la planta: mide 26 metros de largo por 5,5 metros de diámetro, su volumen es de 648 metros cúbicos y su peso, 124 toneladas. Y su lugar final queda a más de 25 metros del suelo.

Si bien la operación estaba en manos de empresas con la suficiente experiencia en este tipo de operaciones (la compañía checa Hutni, subcontratista de Andritz, es quien está haciendo el montaje de la caldera), no dejaba de ser una maniobra digna de verse.

Por esa razón incluso se decidió llevarla a cabo un domingo, cuando menos gente hay dentro de Punta Pereira.

El domingo 15 de abril, desde muy temprano en la mañana, se aprontó la grúa que subiría la pieza hasta su lugar. Hubo que asegurar muy bien el equipo al suelo para evitar que se moviera y utilizar 80 toneladas de contrapeso para poder levantar al tanque.

Durante las siguientes 8 horas técnicos y operarios de todas las empresas involucradas estuvieron pendientes exclusivamente del delicado izamiento del tanque hasta los 25,40 metros de altura donde se encontraba su destino final.

Finalmente, la maniobra se completó con absoluto éxito y el tanque quedó colocado en su emplazamiento definitivo, posibilitando entonces continuar con el montaje de la caldera, cuya altura debe incrementarse todavía en unos 50 metros más para llegar a ser una de las estructuras más emblemáticas de este tipo de fábricas.

La caldera de recuperación

La caldera de recuperación es la estructura más significativa de los ciclos de recuperación que se realizan en la producción de celulosa.

Aquí es donde se quema la biomasa (el licor negro) para generar el vapor de agua que alimentará las turbinas de la planta de energía.

Es también en este lugar donde se inicia la recuperación de los productos químicos que se utilizan para producir la celulosa.

El tanque de agua es el que “alimenta” a la caldera del líquido que debe convertir en vapor para luego producir la electricidad.