Una ex alumna de la Escuela Rural N° 20 de Canelones, Alicia Fernández, y Sergio Lobo, un bailarín profesional, oriundo de Tucumán, Argentina, concurrieron a esta escuela y realizaron un espectáculo folclórico con un fuerte contenido didáctico.

Alicia Fernández, ex alumna de la Escuela N° 20 de Canelones, en la actualidad se desempeña como Maestra y Psicóloga, y en su tiempo libre participa de un grupo de danza, donde conoció al bailarín Sergio Lobo, quien se encuentra en Montevideo dictando un taller de danza folclórica.

“Cuando vi cómo bailaba le pregunté si quería ver qué se hacía en una escuela rural y fuimos juntos allí. Él, muy generoso, me respondió que sí. Ahí surgió la visita a mi ex escuela”, explicó Alicia.

El centro educativo está ubicado en el departamento de Canelones, entre Castellanos y Tala, en el medio del campo. Allí funciona un grupo de danza que se llama “Los Ceibos”, conformado por ex alumnos, padres de alumnos y escolares. Uno de los aspectos más llamativos es que los encuentros se realizan fuera del horario curricular del centro educativo, lo que demuestra el interés de la comunidad en cultivar esta cultura.

Durante la visita, el artista brindó un espectáculo en el cual además de bailar y cantar, enseñó al público los pormenores de este tipo de danza, al tiempo que definió qué es ser bailarín. Al encuentro concurrieron alrededor de cien personas, muchas de ellas provenientes de otro grupo del pueblo de Migues.

Lobo explicó a su público, mientras zapateaba, de dónde proviene el baile.

Además, hizo un repaso por la evolución del malambo, indicando cuál es el más antiguo, de qué partes geográficas proviene, y la importancia del sonido que se genera entre el golpe del zapato y el suelo. También cantó, tocó el bombo y luego todos se animaron a acompañarlo con su voz. El encuentro se extendió por más de tres horas.

“En las escuelas rurales se bailaba mucho cuando yo era niña, la maestra, que era mi mamá, me enseñó a bailar la chacarera, el escondido, el gato, y la firmeza”, contó Alicia.

Además de esta escuela, Lobo visitó la Escuela de Música para Niños en Durazno, donde también fue muy bien recibido y en unos días concurrirá a otra escuela rural del mismo departamento, ubicada en Baygorria.

Lobo explicó una de las razones por las que le agrada participar de este tipo de iniciativas: “Mi papá iba a una escuela del campo y me siento cómodo, me gusta y me interesa mucho ir a esos lugares. Además, me sorprendió porque antes de ir me preguntaba si seríamos 5 o 10, y finalmente éramos como 80 o 100 personas”.

“Los adultos no deben desprenderse de su escuela, ni de la infancia, ni del lugar que nos dio tanto y nos enseñó tanto. Siempre que voy a mi escuela hasta el perfume me invade y me trae recuerdos, porque ahora vivo en Montevideo, pero nací en el campo”, reflexionó Alicia.

Ambos coincidieron en la importancia que tiene para todas las edades practicar danza. Para Lobo, “practicar danzas folclóricas suma un bagaje cultural, a diferencia de hacer educación física u otro tipo de baile. Se transmite una identidad cultural”. El artista indicó que en el interior del Uruguay se cultivan mucho estas danzas. “En los pueblos chicos siempre hay un grupo de bailes folclóricos”, afirmó.

Alicia explicó que con este tipo de bailes “se trabaja desde el ritmo que implica el tiempo y el espacio, que implica también la matemática. Hay un trabajo mental fuerte para reconocer con el cuerpo el ritmo y el sonido, y se trabaja lo que tiene que ver con la organización espacial, disminuyéndose considerablemente las dificultades de aprendizaje y generándose un caudal importantísimo de actividad a nivel neurológico”, valoró.

En estos links se pueden ver dos videos en los que participa el artista

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