Los pobres niveles de control han llevado a que el 54% de los pacientes con asma de América Latina sufran esta enfermedad en forma persistente, y que un 22% se hospitalicen.

GlaxoSmithKline lanzó Test de Control del Asma Infantil para mejorar la calidad de vida de pacientes afectados por una enfermedad de alta prevalencia en Uruguay

Durante el XXVI Congreso Uruguayo de Pediatría, desarrollado en Montevideo entre el 7 y el 9 de setiembre de 2007, el laboratorio GlaxoSmithKline presentó el Test de Control del Asma Infantil, una herramienta que permite a los padres evaluar el nivel de control de la enfermedad de sus hijos, de forma independiente a las pruebas de función pulmonar.

Esta prueba, que consiste en breves cuestionarios para los niños y sus padres, se vuelve especialmente relevante luego de constatar que un 19% de los niños uruguayos sufre de asma, y un gran porcentaje de ellos no tiene un adecuado control de su patología.

El Test de Control del Asma Infantil, que está disponible en forma gratuita en distintos centros de salud de todo el país, es la única herramienta para el control de la enfermedad que tiene el paciente, y busca que el niño tenga la posibilidad de expresar cómo se siente en relación a su enfermedad de manera muy simple, ya que solo debe elegir entre distintos íconos cuál es el que mejor se asocia a sus distintos episodios de asma.

De acuerdo al Test, el paciente puede conocer si su enfermedad está controlada, parcialmente controlada o no controlada. Y en base a los resultados, el médico definirá el tratamiento, con el objetivo de disminuir las exacerbaciones, reducir las visitas a las salas de emergencia y minimizar las hospitalizaciones para que el paciente pueda lograr una buena calidad de vida.

El lanzamiento de esta novedosa herramienta de control se realizó en el marco del simposio Nuevos Enfoques del Manejo del Asma, desarrollado durante el Congreso Uruguayo de Pediatría, con la participación del especialista argentino Dr. Hugo Neffen y el médico uruguayo Dr. Juan Carlos Baluga, quienes abordaron la importancia del tratamiento de esta enfermedad en los niños.

El Dr. Neffen destacó la necesidad de conocer las características de esta afección, enfatizando en el uso adecuado de los tratamientos que hoy existen, en el mercado, a través de inhaladores y broncodilatadores y antiinflamatorios inhalados.

“Es una enfermedad que no se cura”, señaló el especialista argentino. “Y para ella hay dos estrategias. Cuando el paciente no está controlado, se trata de administrarle corticoides inhalatorios y utilizar un broncodilatador de rescate para el momento de la crisis. La otra estrategia es la terapia combinada, para pacientes de mayor severidad”.

Sin embargo, el doctor Neffen aseguró que “tanto en un caso como en el otro, es fundamental la educación. Porque el paciente deja de usar el preventivo cuando no tiene síntomas y luego utiliza en exceso el rescatador”.

Los pobres niveles de control han llevado a que el 54% de los pacientes con asma de América Latina sufran esta enfermedad en forma persistente, y que un 22% se hospitalicen, de acuerdo a los resultados de un estudio desarrollado en once países de la región. “Prácticamente, son los valores más altos del mundo”, aseguró Neffen.

El asma es una enfermedad crónica, compleja y de alta prevalencia que, de acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, afecta a aproximadamente 300 millones de personas en todo el mundo, muchas de las cuales ignoran que conviven con la enfermedad o no llevan a cabo el mejor tratamiento para elevar su calidad de vida.

Paul O’Byrne, médico director del Comité Ejecutivo de GINA, afirma que “aunque el asma no puede ser curada, sí puede ser efectivamente tratada.
Debido a que muchos pacientes en el mundo tienen limitada su actividad diaria por los síntomas de este padecimiento, es necesario implementar más esfuerzos para cumplir con los objetivos de manejo de esta afección. Cumplir con los objetivos mencionados mejora el control del asma en el mundo y los impactos que esta enfermedad tiene en los pacientes, las familias y la sociedad”.

Ante esta realidad, el Test de Control del Asma se convierte en una herramienta que promueve una “sociedad entre el médico y el paciente” para una enfermedad que no se cura y que, a juicio del doctor Neffen, “es como la hermosura: se hereda pero no se contagia”.